sábado, 17 de junio de 2017



El asalto

Después de disparar su arcabuz y partir en dos la cabeza de un sarraceno, el sargento supo que el avance enemigo sería fatal. El épico momento de la muerte había llegado.

Se levantó con calma, desenvainó la toledana y comenzó a murmurar un padrenuestro, que cambió al primer cruce de espadas por otro grito menos amable.

-         ¡En el nombre de Cristo y de la puta que lo parió!
Resultado de imagen para mano con espada toledana

No hay comentarios:

Publicar un comentario